El Colexio de Podólogos de Galicia ofrece unas indicaciones básicas para usar correctamente las botas de esquí y evitar lesiones en los pies. Las botas de esquí son complejas y, cuando se llevan puestas, los pies no cumplen sus funciones morfológicas y técnicas habituales. Los podólogos gallegos aconsejan escoger y cuidar el material de esquí para que los pies no sufran lesiones.
Dentro de la bota de esquí el pie está enclaustrado y transmite unas presiones y unas reacciones de la extremidad completa que le son totalmente anómalas. “El pie debe estar en perfectas condiciones dentro de la bota para evitar alteraciones que pueden provocar accidentes o convertirse en lesiones, revisando la bota y su fijación”.
Como en cualquier deporte, calentar antes de practicar esquí es básico. Otra de las recomendaciones de los profesionales está relacionada con las plantillas. Las personas que usan plantillas al caminar, también deben utilizarlas con las botas de esquí, puesto que su ausencia podría generar sobrecargas que empeorarían la alteración podológica. Tampoco se debe olvidar la importancia de vestir calcetines adecuados para esquiar, de un grosor determinado, y de utilizar las proteccións de los tobillos.
Cuando se compran las botas de esquí, los especialistas aconsejan tenerlas puestas durante veinte minutos para ver que el pie está cómodo. Según indican los podólogos gallegos, con el paso del tiempo y el aumento de la temperatura dentro de la bota los materiais se adaptan a la morfología del pie.
En el momento de practicar esquí, otro de los consejos que hay que seguir es reabrocharse las botas cada poco tiempo para evitar que se desajusten con los movimientos y los cambios de volumen de los pies. Además, las botas siempre deben guardarse al abrigo en la habitación por ejemplo, pero jamás dejarlas en el maletero del coche porque “esquiar con unas botas frías puede producir lesiones al día siguiente”.
Colexio de Podólogos de Galicia (a través de Facebook).
